Sin embargo las zonas rurales estuvieron excluidas, como respuesta a la marginación y abandono así como índices de analfabetismo elevado de las zonas rurales, en el año 1945 se pone en marcha el proyecto de educación campesina, con programas de estudios e implementación de un modelo de gestión a través de los núcleos escolares campesinos; luego, en el año de 1970, época de la reforma educativa, se retoma el modelo de Núcleos Educativos Comunales (NEC), como un modelo organizativo eficiente del proceso educativo, con la participación de la comunidad en la gestión educativa; posteriormente, entre los años de 1999 hasta el 2002 se organizaron aproximadamente 800 redes educativas rurales, promovidas por el Ministerio de Educación a través de la Oficina de Coordinación para el Desarrollo Educativo Rural (OCDER), actualmente Dirección General de Educación Intercultural Bilingüe y Rural (DIGEIBIR). Esta estrategia buscó crear condiciones para la implementación del Programa de Educación en Áreas Rurales – PEAR, en las regiones de Piura y San Martin.
El año 2012 el Ministerio de Educación a través de la DIGEIBIR -Dirección General de Educación Intercultural Bilingüe y Rural- lanzó el proyecto Redes Educativas Rurales RER que algunos llamaban Escuelas Marca Perú, cada una de las 72 redes que consideraba este proyecto estaba definida para atender la demanda educativa de un conjunto de escuelas (10 a 12 escuelas en promedio) ubicadas en las zonas más alejadas, dispersas, pobres y en donde la presencia del estado prácticamente es nula.
Asimismo este proyecto consideraba 3 componentes, el primero era la Infraestructura, la que consideraba construcción de ambientes educativos con un enfoque pedagógico y culturalmente pertinente para comunidad, inclusive el material de construcción se consideró como un factor de pertinencia, cabe señalar que además de aulas se consideraba la construcción de comedor escolar, lozas deportivas, vivienda para los docentes en cada escuela y un Centro de Recursos de Aprendizaje (CRA), éste último, concebido como un recinto en el cual los docentes, alumnos y comunidad de toda la red podrían potenciar aprendizajes, para ello, este CRA, contaría con laboratorios de cómputo y equipamiento TICs, salas de capacitación, auditorios, albergue para visitantes, equipamiento para imprenta y publicaciones, además de servicios completos de internet, transporte según las necesidades (Yates, camionetas, motos, etc), desde este centro se pensaba nuclear la actividad pedagógica de las escuelas de la red, así como organizar, y planificar el acompañamiento pedagógico para los docentes.
Así llegamos al segundo componente del proyecto, la capacitación docente, en este aspecto, se plantearon como estrategias, el acompañamiento pedagógico y los cursos y/o talleres centralizados y descentralizados de capacitación tanto en lenguas originarias y castellano como segunda lengua, para la formulación de estas estrategias se realizaron diagnósticos tanto a alumnos, docentes y comunidades, de tal manera que cada rede tendría propuestas diferenciadas de intervención en este componente según sean sus necesidades.
Como tercer componente se consideró la Gestión Educativa en la Red, así cada Red estaría gestionada por un Consejo de Red integrado por el Director de la Red quien lo presidiría, representantes de los docentes, padres de familia, alumnos, autoridades, líderes comunales y sabios entre otros con modelos diferenciados de red entre los que resaltan, redes con uno, o dos centros base (debido al manejo de diferentes lenguas originarias), redes en una o dos cuencas distintas, etc.
Pese a los esfuerzos realizados este gran proyecto aún no se ha iniciado, de haber sido así, habría sido después de las Grandes Unidades Escolares, un hito en la historia de la educación en el país para complementar estas palabras puede verse en el siguiente video, parte del trabajo que se empezó a desarrollar en las Redes Educativas Rurales.
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